El lugar más cercano desde Granada para ver una de las películas del año en pantalla grande son los cines Albéniz de Málaga, una pena. Roma, la película del mexicano Alfonso Cuarón es una película de Netflix, con todo lo que ello conlleva para que el cine se instale, definitivamente, en los salones de nuestras casas.

El film es una joya, si ya la has visto sabes de lo que hablo, es cine en estado puro, y da igual si la viste en casa, en una sala o en medio de un prado con una tablet.

El ojo humano se adapta a la pantalla y si la historia es potente, esa potencia nos engancha y nos metemos en ella sin pensar en las pulgadas que tenemos delante.

La sala de cine, hace que todo ese proceso sea más fácil. Realmente creo, que esa magia hará que no desaparezcan las salas. Pero la forma que vemos el cine ha cambiado y Roma es el mayor ejemplo de ello hasta el momento. Está marcando un antes y un después.

Una película en la que las salas son otra pantalla más, no la principal, puede coronarse con un Oscar, que después de sendos Globos de Oro y unos cuantos premios más, nos confirma, al menos para el arriba firmante, que el cine con mayúsculas, como dicen los puristas, ya no es patrimonio de las salas comerciales.

El blanco y negro del film es de una belleza incontestable, como muestra, este fotograma.

Si no la has visto, seguramente tendrás que verla fuera de una sala de cine. Quedan pocos días en Málaga, aunque si sigue el tirón de grandes premios, las proyecciones se llenan, seguro tendrá más vida en cines. Lo que está claro es que tiene vida eterna en la red, en la plataforma que la produce, sobre todo, pero en otros formatos también.

Tuve la suerte de verla en Málaga, digo suerte, porque esa magia de la que hablaba que sólo las salas poseen, hace que la historia te conmueva hasta límites insospechados.

Roma nos lleva a pensar que el cine puede cambiar sus formatos, el cómo lo vemos, pero que como arte está muy bien definido y siempre será lo que es: el arte de las artes.

Aquel que nos lleva al lugar ese tan cursi y tan profundo también, ese lugar al que no es fácil llegar, pero que Cuarón lo consigue desde el minuto cero. Sí, ese lugar, ya sabes, ese lugar en el que se forjan los sueños.